El Señorío de Zuasti, tiene una superficie aproximada de 132,58 hectáreas que se extienden, relativamente llanas, a los lados del regacho que baja desde los montes de Arístregui por Sarasa. Limitan el territorio los de Sarasa (norte), despoblado de Laquidáin (este), Iza (sureste) y Aldaba (sureste y este).
De acuerdo con los registros de la época, en 1366 Zuasti era uno de los lugares más poblados de la Cendea, con ocho vecinos de condición hidalga.
A través de diferentes textos y publicaciones, tenemos constancia de la existencia de este Señorío, desde al menos la Baja Edad Media (siglo XIV), momento en el que se sabe que la Catedral de Pamplona tenía diversas posesiones en su término.
El Palacio de Zuasti, construido en el siglo XVI, fue sometido a diversas modificaciones a lo largo del siglo XVIII que afectaron fundamentalmente a su fachada principal. Destaca en esta fachada su estructura torreada, que se relaciona con algunos palacios de la zona del Baztán, como los de Irurita, Erratzu, o el de Oyeregui.
La fachada posterior del Palacio, la que se sitúa frente a la iglesia, corresponde al siglo XVI, y destaca en ella su escudo en el que puede leerse una inscripción que nos determina su cronología: «ESTA PORTALADA IZO IOANES CUAZTI M568».
Existen diversas referencias históricas que hacen referencia a las ilustres personalidades que han sido Señores en Zuasti:
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LEONEL DE NAVARRA
Es el primer propietario del Señorío del que tenemos constancia. Era el hijo ilegítimo del Rey Carlos II de Navarra, conocido también como Carlos II de Évreux o Carlos el Malo (le Mauvais) y Catalina de Lizaso, hija de Iñigo Sanchiz, abad de Lizaso.
A la muerte de su padre, recibió en 1384 como donación las heredades y rentas de Elcarte, Caparroso y otros bienes que pertenecieron a los hermanos Rodrigo y Martín Martínez de Uriz, entre los que al parecer se encontraba el Señorío de Zuasti.
Armado caballero en 1390, fue vasallo de su hermano natural, el Rey Carlos III el Noble, quien constantemente le favorecía, y en 1393 le entregó el lugar de Unciti y las pechas de Lizarraga e Idoate.
En 1399, y durante dos años, Leonel de Navarra mandó una expedición organizada por el rey aragonés Martín del Humano a «Berbería» contra los piratas berberiscos en las costas de Túnez.
En 1403 es enviado por el Rey Carlos III a la plaza de Cherburgo (región de Normandía) como capitán.
En 1407 Carlos III, en reconocimiento oficial de la estima por su hermano bastardo y con motivo de su boda con Doña Elpha o Epifanía de Luna y Xerica, es nombrado Vizconde de Muruzábal, recibiendo las pechas, tributos y rentas del Val de Ilzarbe, Muruarte de Reta, Obanos, Muruzábal, Ollandiain, Uterga, Gomacín y Añorbe, así como la jurisdicción civil y criminal del Val de Ilzarbe y de Muruzábal.
GARCÍA PÉRIZ DE ZUASTI
No disponemos de información suficiente, pero existe una publicación que señala que fue propietario del Palacio de Zuasti en el año 1468.
ESTEBAN DE ZUASTI
Hijo de Martín de Huarte y María de Jaso (hermana de Don Juan de Jaso, padre de Francisco de Javier). Quedo huérfano muy joven y fue educado en el Castillo de Javier hasta los 7 años.
En 1520, Esteban de Zuasti llegó a ser Capitán del ejército de Carlos V, en la guerra de las Comunidades de Castilla (guerra contra los Comuneros.
A su regreso a Navarra, Esteban de Zuasti se alineó con el bando de los beamonteses, el mismo de la familia Loyola de Azpeitia (Guipúzcoa), acogiendo en su palacio de Zuasti a Martín de Loyola (hermano de Iñigo de Loyola) cuando éste volvía de Pamplona con su ejercito rechazado por los residentes en Pamplona (agramonteses). Después de esto, y por encargo del Obispo Cosserans, quedó al mando de 300 hombres para defender la Cuenca de Pamplona, Araquil, Barranca y Burunda de los agramonteses.
Unos meses más tarde, se pasó al bando de los agramonteses, ostentando el cargo de Capitán, y siendo uno de los principales artífices de la sublevación de los navarros ocurrida en Pamplona el 16 de mayo de 1521. En este alzamiento popular, tercer intento de recuperación del reino desde que éste hubiera sido conquistado en 1512 por la Corona de Castilla, los agramonteses asediaron el Castillo de Santiago (situado aproximadamente donde hoy se levanta el Palacio de Diputación y que había sido erigido por Fernando el Católico, al objeto de tener bien vigilada la capital), hasta que la guarnición capituló, siendo comandada por el alcaide Herrera y el capitán Íñigo López de Loyola (futuro San Ignacio). En el asedio del Castillo, Iñigo de Loyola cayó gravemente herido en una pierna, y como en la rendición se les había garantizado su integridad a los defensores del Castillo (fieles a la Corona de Castilla), Esteban de Zuasti trasladó al herido a su Palacio, y tras unos días de recuperación lo acompañó hasta su casa en Azpeitia. Fue en esta recuperación cuando Iñigo de Loyola se convierte y. posteriormente, decide fundar los Jesuitas.
Esteban de Zuasti venció a los guipuzcoanos del frente oeste, y junto con los hermanos Juan y Valentín de Jasso (sus primos), quedó al cargo del cuidado de la ciudad de Pamplona, durante el tiempo que la capital estuvo liberada.
En junio de 1522, en vísperas de la batalla de Maya del Baztán en la que se tomó el Castillo de Amaiur, el nuevo Virrey beamontés (Conde de Miranda) lo hizo prisionero. Esteban de Zuasti, aludiendo a su capitanazgo anterior con los beamonteses y la ayuda que había prestado a Iñigo de Loyola, consiguió quedar libre, el 18 junio de 1522.
En 1536 figuró como testigo en el proceso de nobleza que se realizó a su primo Francisco de Javier en Paris.
PEDRO FERMÍN MARTÍNEZ DE ELIZALDE
Se tiene constancia de su condición de “zalduna” o caballero de Zuasti a mediados del siglo XVIII. Estuvo casado con María Josefa de Ustáriz y de su matrimonio nació una hija, Doña Josefa Martínez de Elizalde.
FAMILIA JUANMARTIÑENA
Doña Josefa Martínez de Elizalde, heredera de los bienes de Don Pedro Fermín Martínez de Elizalde, contrajo matrimonio en 1825 con Manuel Ángel de Juanmartiñena, y el Señorío pasó a esta familia,
SEÑORIO DE ZUASTI
En el año 1994 se constituye una sociedad anónima que adquiere la propiedad de los terrenos que componían el antiguo Señorío y que se encuentran abandonados y en estado de ruina. Esta sociedad, propietaria del Club de Campo Señorío de Zuasti, se encargó de la reconstrucción del Palacio y de la antigua Iglesia de San Andrés.
Don Francisco Mangado, galardonado arquitecto navarro, fue el encargado de la rehabilitación del Palacio, en el que el diseño minimalista de sus interiores contrasta con la preexistencia histórica de su fachada blasonada.